Al acercarse la fecha de nacimiento del poeta
Eugenio Montejo (Caracas, 19 de octubre de 1938), me valgo
de la oportunidad para celebrar no sólo por haberlo conocido en persona, sino
haber podido compartir enriquecedores momentos de conversación e incluso haber
trabajado juntos en tiempos de la Dirección General de Relaciones Culturales de
la Cancillería venezolana.
No me queda la menor duda señalar que
Montejo es uno de los grandes poetas e intelectuales de Venezuela, con indiscutible
acogida por parte de críticos y lectores a nivel internacional. Recibió
importantes reconocimientos en muchos países a lo largo de su trayectoria, pero
destaco el prestigioso Premio Internacional
de Poesía y Ensayo Octavio Paz, otorgado en 2004 y entregado en México en
2005. El poeta partió de este mundo en
junio 2008. Si bien su persona es una ausencia lamentable, su obra completa
sigue presente y viva al alcance de todos.
Sus palabras, sus escritos, sus poemas permanecen.
Es imposible escribir estas breves líneas en recuerdo al poeta sin incluir alguno
de sus singulares versos. Escojo para esta ocasión el intitulado “Si vuelvo
alguna vez” de “De Alfabeto del mundo” (1988-2005).
Si vuelvo alguna vez
será por el canto de los
pájaros.
No por los árboles que
han de partir conmigo
o irán después a
visitarme en el otoño,
ni por los ríos que,
bajo tierra,
siguen hablándonos con
sus voces más nítidas.
Si al fin regreso
corpóreo o incorpóreo,
levitando en mi mismo,
aunque ya nada logre
oír desde la ausencia,
sé que mi voz se
hallará al lado de sus coros
y volveré, si he de
volver, por ellos;
habitaré el más
inocente de sus cantos.
Caracas, 17 de octubre de 2012
Ana María Pigna Trujillo