Sin lugar a dudas, el Doctor Simón
Alberto Consalvi en su segundo periodo como Canciller de Venezuela (1984 -1988)
fue el gran artífice de un salto cuantitativo y cualitativo en materia de
diplomacia cultural. Como intelectual, periodista y diplomático integral,
Consalvi otorgaba el valor que la cultura ha de tener dentro de las acciones de
la política exterior. Ello se evidencia,
indiscutiblemente, en una serie de
acciones significativas durante su gestión.
En este contexto, al repasar esta etapa
no tan lejano en el tiempo, empiezo por subrayar la presencia de reconocidos
intelectuales, artistas y periodistas ejerciendo funciones diplomáticas,
principalmente, como Agregados Culturales en distintos países del mundo. Para ilustrar el caso, me permito mencionar
algunos nombres: Eugenio Montejo (Portugal), Alirio Palacios (Nueva York),
Edith Guzmán (México-Italia), Elisa Lerner (España), Alirio Díaz (Italia), Carlos
Contramaestre (España), Pedro Liendo (Austria), Carlos Díaz Sosa (Reino Unido),
Marco Miliani (Colombia).
Por otra parte, el poeta Pedro Francisco
Lizardo era Director de Relaciones Culturales, como se denominaba la instancia
administrativa de entonces, del Ministerio de Relaciones Exteriores. Desde allí
se coordinaban las actividades que daban vida a la política exterior en materia
cultural. En ese marco, subrayo la revista intitulada "Venezuela", la cual significó un valioso instrumento de
difusión en el exterior. Vale acotar que la mencionada publicación perduró, con
algunas variantes, hasta el año 2000.
Otro aspecto a resaltar se refiere a la
apertura de varios centros o espacios culturales de Venezuela en importantes
ciudades del mundo. Ello fundó una plataforma para desarrollar iniciativas de
diversa índole en materia cultural. Destaco los siguientes centros: Bolívar Hall (Complejo Cultural Casa
Miranda - Londres), Venezuelan Center (Nueva York – sede Consulado General de
Venezuela), espacio cultural (Nueva York – sede Misión de Venezuela ante la
ONU), Galería Armando Reverón (México
– sede de la Embajada de Venezuela), Centro
Venezolano para la Cultura (Bogotá).
Como una pequeña muestra de las numerosas
actividades que contaron con particular interés del Canciller Consalvi, reseño
las siguientes: exposición individual del maestro Jacobo Borges en el Museo de Monterrey y en el Museo de Arte Contemporáneo Rufino Tamayo
de México D.F (1987), así como la exposición “La magia solar” del maestro Armando Reverón igualmente en los
citados museos mexicanos (septiembre 1988-enero 1989).
Un elemento que no debe quedar sin
mencionar corresponde a la ampliación de la colección propia del Ministerio de
Relaciones Exteriores. Consalvi, con su gran conocimiento y aprecio por el arte
contemporáneo en general y de Venezuela en particular, desarrolló un importante
plan de adquisición de pinturas y esculturas, las cuales enaltecen tanto la
sede de la Cancillería en Caracas como muchas Embajadas y Consulados
venezolanas en el exterior.
Nota: Dedico con sentido de agradecimiento estas breves líneas
para exponer una parte del importante legado de un agudo diplomático
venezolano, Simón Alberto Consalvi, quien nos dejó físicamente hace pocos
días.